El acero con sus elementos de aleación (aluminio, níquel, cobre, etc.) posee unas propiedades inmejorables que demuestran su valor día a día en una gran variedad de aplicaciones. En la industria de la construcción, el acero impresiona por su gran estabilidad, su bajo peso y su elevada capacidad de carga estática. En la construcción de fachadas, se puede conseguir mucha iluminación y grandes superficies acristaladas con perfiles visualmente afiligranados de acero de alta resistencia. En fotovoltaica, el acero desafía a veces las condiciones climáticas extremas, con una gran estabilidad y una buena resistencia a la corrosión, lo que es posible gracias a una amplia variedad de revestimientos.
La amplia gama de calidades de acero y aleaciones permite seleccionar el material óptimo para su aplicación. Gracias al proceso de perfilado, se pueden fabricar diseños complejos y perfiles especiales a partir de aceros de alta resistencia y ultra alta resistencia que eran impensables hace sólo unos años. Por ejemplo, podemos fabricar su perfil especial con las denominadas curvas de 180° y con las tolerancias más estrictas -en muchos casos con una precisión de milésimas de milímetro- y reproducirlo con un alto grado de precisión de repetición.
Larga vida útil a bajo coste gracias a la selección adecuada de la materia prima y al acabado específico de las superficies: